No es ningún secreto que Oslo es uno de los lugares más bellos del mundo, pero esta urbe es mucho más: ¡es el sueño hecho realidad de un mochilero! Con su abundante historia y cultura, una gastronomía fuera de serie, una naturaleza y paisajes circundantes espectaculares y una vida nocturna a la altura de la de cualquier otra ciudad europea, no es de sorprender que la sofisticada capital de Noruega se encuentre entre las listas de destinos de tantos viajeros.
Los hostels en Oslo son realmente especiales. Aquí encontrarás desde sitios estilo boutique hasta opciones económicas para jóvenes. Los establecimientos son céntricos y baratos, para que tu estancia resulte muy cómoda y, a la vez, asequible. Así tendrás más tiempo para pensar en el siguiente bar al que ir, en vez de en el bus que tienes que pillar para volver a tu hostel en Oslo: una gran ventaja después de pasarte la noche recorriendo locales de moda o en una de sus fantásticas discotecas. Elige uno que ofrezca tanto habitaciones privadas como compartidas (incluso algunas solo para mujeres). ¡Y no te olvides de echarle un vistazo al desayuno de tu hostel en Oslo para ahorrar aún más!
Si cuando viajas te gusta estar donde se cuecen todas las habas, lo mejor es que reserves un hostel en Sentrum, el casco antiguo de la urbe. Aquí es donde se encuentran los puntos más interesantes de Oslo, así como el paseo marítimo y montones de restaurantes. Además, desde esta zona podrás explorarlo todo a pie fácilmente. Si buscas un ambiente un poquito más hípster, no te puedes perder las tiendas vintage, los originales locales para tomar el brunch y los conciertos habituales del moderno barrio de Grünerløkka, situado al este del centro.
Oslo puede resultar muy cara... ¡si no cuentas con información privilegiada! Los lugareños saben que en la ciudad hay un montón de cosas increíbles que hacer sin gastarte ni un kroner. Para empezar, pásate por el Stortinget, sede del Gobierno de Noruega. Aprovecha y visita el Museo de Arquitectura y la Galería Nacional, que es gratuito todos los jueves. Luego, vete a Grefsenåsen, una zona boscosa de la zona norte, para gozar de las impresionantes vistas de la urbe y sacar unas fotos dignas de Instagram. Por cierto, acuérdate de preguntar por los recorridos gratuitos a pie en tu hostel.
Aunque Oslo es la capital noruega, tan solo acoge a menos de un millón de habitantes, por lo que es bastante pequeña y fácil de explorar a pata. Desde la estación central (Oslo Sentralstasjon), toma la línea de tranvía 2, 3, 4 o 5 para llegar a Stortinget, o date un paseo de unos 10 minutos. Si quieres adentrarte en la naturaleza, pregunta por las excursiones de un día a los alrededores de la ciudad en la recepción de tu hostel.
