Liubliana, la histórica capital de Eslovenia, es una ciudad muy animada que te encantará por su arte, su cultura y sus restaurantes de comida típica o internacional. Sus pintorescas calles son el marco ideal para un largo paseo, flanqueadas por los árboles que la convirtieron en Capital Verde Europea en 2016. Las cafeterías al aire libre ocupan las riberas del río Ljubljanica, y su casco medieval te conquistará con el sonido de la música callejera y los aromas de los productos frescos del mercado central. ¡Todo un lujo para los sentidos!
Los hostels en Liubliana son tan especiales como la ciudad. En función de lo que busques, podrás alojarte en una antigua prisión militar, en una recóndita villa de 140 años de antigüedad con elementos decorativos originales, en un legendario local de jazz o en un antiguo banco. En ellos encontrarás dormitorios mixtos o separados por sexos y, por supuesto, habitaciones individuales. La mayoría cuentan con wifi gratuito, lavandería y zonas comunes, y hay algún que otro hostel en Liubliana con sala de juegos privada, ¡o incluso un salón de belleza!
Liubliana alberga barrios muy interesantes, como su casco antiguo medieval. Tiene el tamaño perfecto para recorrerlo a pie y es famoso por sus boutiques, sus concurridos bares y restaurantes, y sus fotogénicos puentes, incluido el original puente triple (firme candidato a estrella de tu Instagram). Por la noche, la hermosa iluminación de los edificios históricos le da más encanto todavía. Cruzando el río se encuentra la zona comercial, repleta de tiendas y animadas discotecas. Si necesitas un respiro, Trnovo es más tranquilo, con grandes zonas verdes y un montón de cafeterías. Al norte está el barrio de Metelkova, parada esencial si buscas arte contemporáneo y cultura alternativa.
Liubliana ofrece un montón de cosas para ver y hacer. Empieza por visitar las exposiciones permanentes del museo de su majestuoso castillo, desde donde admirarás vistas inmejorables del casco antiguo y del serpenteante río. Después, sácate un selfi con las míticas criaturas que adornan el icónico puente de los Dragones, todo un símbolo local. También merecen la pena la catedral y el parque Tivoli: una auténtica joya verde para relajarte dando un paseo. ¿Quieres más? Pues sumérgete en la naturaleza salvaje de las marismas a las afueras de la ciudad, declaradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Liubliana está muy bien conectada por transporte público. Si llegas al aeropuerto Jože Pučnik, toma el bus 28 a la estación de autobuses (tardarás entre 45 y 60 minutos). Desde allí, o desde la estación de tren principal, que está justo enfrente, solo tienes que caminar 10 minutos hasta el casco antiguo. Aprovecha sus numerosas zonas peatonales y, si te gusta pedalear, apúntate al Bicikelj, su sistema de alquiler de bicis: ¡bueno, bonito y barato!