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Oaxaca, situada en el centro de México, es la capital gastronómica del país, ¡y cuna del mole! Saborea las siete variedades de esta salsa tradicional oaxaqueña en algún puesto callejero o en un restaurante moderno. Otra de las cosas que hay que probar es el mezcal, un aguardiente hecho con agave. Pero en Oaxaca, no todo es comer y beber: recorre sus coloridas calles y evocadoras plazas para experimentar el animado ambiente de esta fascinante ciudad.

Muchos hostels en Oaxaca se encuentran en edificios coloniales reformados, con dormitorios amplios, techos altos, jardines exteriores y terrazas en la azotea. Relájate en uno con hamacas, plantas nativas y una fuente tradicional. ¿Buscas actividades? ¡Pues hay para todos los gustos! En algunos hostels en Oaxaca puedes tomar clases de salsa y de yoga gratuitas y disponen mesas de billar y juegos de mesa, mientras que otros sirven copiosos desayunos y organizan noches de pizza. ¿Por qué no eliges un hostel en Oaxaca que incluso ofrece cursos de español de 5 días?

La plaza pública peatonal Zócalo es el núcleo de Oaxaca, ¡el punto de referencia perfecto para orientarse! Se encuentra en el barrio Centro, que también alberga lugares muy interesantes, como el Museo de las Culturas y el Jardín Etnobotánico. La calle Murguía pasa por el Mercado de la Merced, donde los amantes de la comida pueden probar los chapulines (saltamontes fritos) y numerosos tipos de chiles. Un poco más al norte puedes visitar el encantador barrio de Jalatlaco, uno de los más antiguos de la ciudad, con calles adoquinadas y edificios de brillantes colores.

El barroco Templo de Santo Domingo se construyó hace más de 400 años, ¡y merece estar en tu galería de Instagram! Para conocer las tradiciones locales, no te pierdas el Museo de las Culturas. También puedes ir a clases de cocina y aprender los secretos de las siete variedades de mole, o cómo hacer una tlayuda crujiente perfecta (una tortilla de maíz gigante con frijoles refritos). Y al final del día, pásate por el Zócalo, ¡puede que acabes bailando al son de las bandas de música!

El mejor modo de recorrer esta urbe es a pie o en una bicicleta, que podrás conseguir en uno de los muchos locales de alquiler situados en las calles principales. El autobús también es un transporte económico y llega hasta los barrios apartados del centro. Desde el Aeropuerto Internacional de Oaxaca salen vuelos regulares a Ciudad de México (la capital) y a Tijuana, y conecta con el centro de la ciudad mediante autobuses lanzadera compartidos. Hay dos estaciones de autobús principales, Central Camionera de Segunda Clase y Terminal ADO, y el trayecto desde ellas al centro en taxi o colectivo (minibús) es corto.