Nativo

Santa Catalina es un pueblecito ubicado en las costas indómitas del océano Pacífico en Panamá. Famoso desde que los surfistas lo descubrieron en los años 70, conserva la tranquilidad que desprenden sus extensas playas de la zona bordeadas de palmeras. Sin embargo, si te aventuras por este destino apartado de las rutas típicas, podrás surfear olas de gran calidad, disfrutar de la flora y fauna más exóticas y relajarte en un ambiente inmejorable. A pesar de que la infraestructura es sencilla, no tendrás problema para encontrar restaurantes o apuntarte a clases de submarinismo.

En Santa Catalina, los hostels, o muchos de ellos, te darán la opción de elegir entre habitaciones compartidas o privadas. Alójate en una cabaña ecológica en medio de la selva o en una de estilo tiki cerca de la playa. Unos cuantos disponen de terraza al aire libre con vistas al mar, mientras que otros ofrecen un bar de sushi o un centro de yoga. Busca en Santa Catalina un hostel que organice espectáculos en vivo por las noches o tienen happy hour, así te será muy fácil conocer a otros viajeros. Si viajas con un presupuesto ajustado, te alegrará saber que, en Santa Catalina, muchos hostels incluyen el desayuno gratis y cuentan con cocinas comunes.

Santa Catalina sigue siendo un pequeño pueblo pesquero con una calle principal (que conecta con Soná), donde están la mayoría de los restaurantes y las tiendas de surf. Dando un pequeño paseo llegarás a la playa Santa Catalina, y a 15 minutos a pie en dirección sur se encuentran las arenas negras de la playa Estero, un lugar tranquilo ideal para disfrutar del atardecer. Si buscas restaurantes, bares y tiendas, toma el bus a Soná, a una hora hacia el norte.

Santa Catalina atrae a los visitantes especialmente por el surf. Sus olas están consideradas como las mejores de todo Panamá. Si estás empezando, no te preocupes: la playa Estero es muy apropiada para hacer tus primeros pinitos. También se puede practicar submarinismo, sobre todo por los arrecifes del Parque Nacional Coiba. Sus bosques vírgenes atraen además a los amantes del senderismo. En el pueblo hay algunos centros de yoga que imparten clases a diario, o puedes decidirte por montar a caballo por el campo.

Para llegar a Santa Catalina, vuela al Aeropuerto Internacional Northwest Florida Beaches en Ciudad de Panamá, toma un bus directo a Soná (4,5 horas) y luego haz transbordo hasta Santa Catalina (1,5 horas). El servicio de autobuses entre Soná y Santa Catalina es diario, pero si tu intención es ir a David o Boquete, hay monovolúmenes con aire acondicionado que salen de la calle principal. El centro del pueblo se puede recorrer fácilmente a pie.