8 cosas que aprenderás viajando sola
Viajar sola es una experiencia sin igual que toda mujer debería experimentar por lo menos una vez en la vida, aunque solo sea un fin de semana o un en algún lugar cerca de casa.
Al viajar sola verás que, especialmente en ciertos destinos, es más fácil hacerlo para un hombre, y que además ellos no necesitan preocuparse con un montón de cosas que nosotras sí necesitamos recordar. ¿Pero eso va a detenernos para viajar solas? ¡Claro que no! Con una buena planificación y con seguridad, puedes lanzarte al mundo acompañada de ti misma, y yo te garantizo que vas a disfrutar tanto, que va a ser difícil después viajar de otra manera.
Aquí tienes 8 cosas que puedes aprender viajando sola y que van a cambiar tu vida y tu manera de viajar. ¡Ven conmigo!
1 – Tu propia compañía es la mejor compañía
Tú, una mochila con lo esencial y el mundo. Ésta es una combinación que puede asustar, pero también puede cambiarte la vida para siempre. Viajar sola es aprender a convivir contigo misma, apreciar tu propria compañía y reflexionar sobre tu vida, sobre quién eres, y este mundo lleno de diversidad que existe a tu alrededor.
Únicamente sola vas a enfrentarte con una serie de pensamientos y reflexiones sin la interferencia de los pensamientos y reflexiones de otras personas. Estando sola vas a contarte chistes, reírte de estos chistes y después reírte de ti misma por haberte reído de tu propio chiste. Eso no quiere decir que estás aislándote del mundo al viajar sola (ve a los puntos 3 y 4), pero sí que irás a disfrutar de esa “soledad” contemplativa de vez en cuando.
Las ventajas son prácticas y también son muchas. ¿Cuál será el recorrido hoy? ¿En qué restaurante y cuándo comerás? ¿Autobús o taxi? Son tantas preguntas que surgen al viajar que, en grupo, las discusiones se desencadenan fácilmente y lo que era sencillo de decidir se convierte en una gran pelea. Al viajar sola, las decisiones (y sus consecuencias) serán totalmente tuyas, por lo que cada vez que tomes una decisión lo harás basándote en lo que te gusta y te va bien sin pensar en los demás.
2- El silencio tiene un gran significado
Intenta acordarte de la última vez que te tiraste más de 1 hora sin decir una palabra o sin hablar con alguien por mensajes. Difícil, ¿no? Viajando sola, pasarás mucho tiempo con tus pensamientos y… eso es MARAVILLOSO.
Actualmente estamos siempre respondiendo mensajes de WhatsApp, escuchando música, mirando el feed de Instagram, escribiendo correos, viendo series de televisión… ¡Es agotador! Nuestro cerebro necesita relajarse y eso también significa momentos de silencio. En tu día a día es difícil tomarte tiempo para estar en silencio, pero viajando tienes la oportunidad perfecta para descubrir cuánto la tranquilidad mental puede ayudarte.
Los museos son lugares donde el silencio transcurre naturalmente, así que es posible pasarte horas sin decir nada más que un simple “gracias’’ si alguien te sujeta la puerta para que pases. Pero también se encuentra en aquel trayecto de autobús, en aquel paseo sola por la playa, en un templo budista o en un parque. La cantidad de pensamientos locos, interesantes y profundos que tendrás te van a traer autoconocimiento, reflexión y mucha paz interior.
3 – Las mujeres se ayudan y se apoyan
¿Sabes el momento en que estás en el trabajo y notas que te ha bajado la regla, pero no llevas ni compresas ni tampones en el bolso? Mandas un mensaje a tu grupo de amigas y en menos de un minuto tienes cinco marcas y modelos distintos para elegir. Ellas también han estado en tu situación y saben cuánto se agradece este tipo de ayuda.
Puede parecer un ejemplo tonto, pero es precisamente así cómo vas a sentirte al pedir ayuda a otras mujeres viajeras. Es estar en un dormitorio femenino del hostel, pedir una sugerencia o un champú, y un pequeño circulo de ayuda se forma rápidamente a tu alrededor. Muchas veces he escuchado a hombres viajeros diciendo ‘’puedes ir, es muy tranquilo’’ y después una mujer viajera decirme del mismo lugar: ’Yo no iría sola allí si fuera tú’’. Sólo una mujer va a saber cómo es ser mujer en un determinado lugar.
Después de algún tiempo viajando, vas a saber que, si algo ocurre, y si necesitas algo, puedes contar con una red de mujeres para ayudarte. ¡Y eso no se aplica sólo a las colegas viajeras! Las mujeres locales también pueden ayudarte mucho: aunque no hables ni una palabra en su idioma, existen cosas comunes entre las mujeres de todo el mundo, y sólo con una mirada puedes decirlo todo.
4 – Es fácil hacer amigos en cualquier parte del mundo
Estás viajando sola, ¡pero eso no significa que tengas que pasarte todo el tiempo sola! Los viajeros son gente simpática y amable, a veces un sencillo “Hi! Where are you from?” es la manera más común de empezar una conversación en los hostels, autobuses, bares y cascadas de este planeta.
Si no quieres hacer alguna excursión tú sola, pregunta en la recepción del hostel si saben de alguien que esté pensando en visitar el mismo lugar que tú. Si no sabes muy bien por dónde empezar a explorar la ciudad, pregunta a tus compañeras de habitación y, casi siempre, van a surgir ideas e invitaciones para hacerlo juntas.
Si no siempre te quedarán las actividades planificadas por el hostel, que son el momento perfecto para hacer amigos sin ningún esfuerzo.
Al final, la manera principal de hacer amigos viajando es quedándote en hostels – y si crees que estoy diciendo esto solo porque estoy escribiendo para Hostelworld, ¡es porque nunca te quedaste en uno! Elige un destino, reserva un hostel y haz amigos de todas las partes del mundo.
5 – No todos los lugares son tan receptivos
Incentivar a las mujeres a viajar solas es una cosa, pero vender un mundo maravilloso donde no hay tensiones ni peligros es otra. Como mujeres, sabemos muy bien cómo puede ser inquietante caminar sola por una calle oscura, enfrentar el acoso que escuchamos por la calle y cómo en ciertos ambientes la presencia de una mujer no es demasiado ‘’bien vista’’.
El mundo es así, hay lugares que son más abiertos a las mujeres que viajan solas y otros que no lo son tanto. Algunas veces me he encontrado en una situación en que yo era la ÚNICA mujer del lugar y por la cantidad de miradas que recibí no fue un momento agradable. En otros momentos, algunos guías turísticos fueron totalmente inapropiados y varias veces hombres viajeros creyeron que la bebida era una excusa para portarse como idiotas. Desgraciadamente, esto no es ninguna noticia nueva, ¿no?
¿Pero eso quiere decir que las mujeres no podemos viajar solas? ¡Claro que no! lo importante es tener siempre presente esta combinación especial: precaución e información (¡incluso rima!).
Si vas a visitar un país que reconocidamente es “poco receptivo” para las mujeres, lee tantas opiniones y sugerencias como puedas sobre cómo mantenerse segura. A parte de los muchos artículos sobre seguridad que hay en internet, puedes recurrir a grupos de Facebook de mujeres viajeras o a páginas específicas sobre viajar por ese lugar. Lo importante es tener información, tomar las precauciones que se recomiendan y seguir siempre a tu mejor amiga: La intuición.
6 – La intuición es tu mejor aliada
“Humm, esto me huele mal”. ¿Cuántas veces esta vocecita surgió en tu cabeza? Muchas veces creemos que es tontería, pero escuchar a tu intuición es algo a lo que no damos valor hasta el día que realmente entendemos su importancia.
Sea en un taxi, en un paseo con un guía inadecuado o en un barrio oscuro, si no te sientes bien, ¡haz algo! Puede que solo sea un susto, pero definitivamente no merece la pena arriesgarse y en estos momentos, el dinero y el tiempo no deben importarte más que tu seguridad.
Y aquí también me refiero a cuestiones de seguridad más bien ‘’prácticas’’: una furgoneta vieja en una carretera llena de agujeros durante una lluvia torrencial definitivamente no es la mejor combinación (sí, ¡yo ya he pasado por eso y agradezco al universo por estar viva!). Con el tiempo tú también vas a desarrollar tu voz interior que te dice “¡Es una trampa!” y va a ser mucho más fácil tomar decisiones seguras.
7 – Hay mujeres inspiradoras en todos los rincones del mundo
¿Cuál es el sentido de viajar? ¿Cuál es la razón que te hace querer conocer el mundo? Ver paisajes preciosos y monumentos fantásticos son, sin duda, grandes objetivos que alimentan las ganas de explorar el mundo, pero son las experiencias, conexiones e inspiraciones que hacen que viajar transforme tu vida.
Al conocer personas, escuchar historias y compartir experiencias de vida y viajes, empezamos a ver el mundo de manera diferente. Estas conexiones son aún más significativas entre mujeres, pues ciertas experiencias femeninas se conectan y llegan a provocar los mismos sentimientos.
Se puede hablar de cosas muy sencillas, desde platos típicos y música de tu país a relaciones y tradiciones o hasta de asuntos más profundos, como la percepción del machismo y patrones de género recurrentes en el país de cada una. Lo que seguro será parte de tu viaje sola es el encuentro con muchas mujeres inspiradoras, sólo tienes que abrirte a ese contacto.
8 – Eres más fuerte de lo que imaginas
El mito del “sexo débil” no podría ser una mentira más grande, y viajar sola te demuestra esto en muchos momentos. No sólo vas a inspirarte con la trayectoria y vida de otras mujeres (como he mencionado antes), sino que también te vas a sorprender con tu capacidad física y mental de enfrentar desafíos y encontrar soluciones.
Sean los desafíos físicos – un sendero montaña arriba, una clase de yoga o de salsa en tu hostel, una escalera enorme para llegar a un mirador – o mentales – tomar decisiones rápidas y firmes, salir de alguna situación complicada y respirar hondo para no perder la cabeza cuando todo sale mal. Viajar es desafiarse a sí mismo. ¡Después de enfrentar estas situaciones sentirás orgullo de ti misma, serás una verdadera vencedora!
Con cada equivocación y cada acierto, aprenderás, a lo largo de tu trayecto, no solo sobre ti misma, sino también sobre tu fuerza interior, que siempre ha estado ahí. No tengas miedo de viajar sola por primera vez: ten coraje, lee mucho sobre tu destino y sobre cómo hacer un viaje sola por allí, confía en tu intuición y DESCÚBRETE.
Y tú, ¿qué has aprendido viajando sola? ¡Cuéntanoslo en los comentarios!
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📚 Sobre la Autora 📚
Mi (raro) nombre es Iami, estoy graduada en periodismo y trabajé en Hostelworld en 2018. Me encanta probar comida callejera, leer en la playa y ver Supervivientes. Sitio favorito: la Playa de Palmas, SC, Brasil. Hostel preferido: Bananas Bungalows, Krabi, Tailandia. Puedes acompañarme en mis viajes por el mundo en Instagram: @iamigerbase.
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