Hostales en Innsbruck

La ciudad medieval de Innsbruck se alza orgullosa a los pies de la imponente cordillera Nordkette de Austria. Fue la residencia de la familia imperial Habsburgo y todavía conserva recuerdos monumentales de esa época. Aquí, aprovecharás al máximo los espacios abiertos durante el día y por la noche podrás disfrutar de alguna obra de teatro o un festival. Los amantes de la historia y los aficionados a los deportes extremos se mezclan entre la importante población estudiantil. ¿Te imaginas ya el ambiente de esta localidad austriaca tan diversa y activa?

Ahora podrás encontrar gran cantidad de hostels en Innsbruck de todo tipo: come en la terraza exterior de un refugio alpino tradicional o cena en el restaurante de una casa tirolesa de madera. Si prefieres decantarte por un hostel en Innsbruck ubicado en el centro, reúne a tus compañeros de habitación para una barbacoa o un concurso de platos en una cocina compartida. En muchos de los alojamientos tendrás wifi gratuito y muchos también cuentan con espacio para guardar esquís o bicicletas. ¿Vas justo de presupuesto? ¡Busca un hostel en Innsbruck con desayuno incluido!

Altstadt, el casco antiguo de Innsbruck, es compacto y totalmente peatonal. Aquí podrás admirar el legado imperial en sus palacios, iglesias y calles barrocas. Hacia el sudoeste está el distrito universitario, con unos 30 000 estudiantes (¡casi nada!), que le aportan un fantástico ambiente creativo. La marcha nocturna está en las discotecas que se encuentran bajo los viaductos al este del centro histórico. Las boutiques más exclusivas están en la calle Herzog-Friedrich-Straße, y si buscas tiendas de comida o de moda, dirígete a la calle Maria-Theresien-Straße. Al norte de ciudad, el pueblo de Hoch-Hungerburg ofrece vistas a la urbe y es la puerta de entrada al parque alpino de Karwendel.

El principal atractivo de Innsbruck es su combinación de historia y naturaleza. Vale la pena dedicar unas horas a pasear por las salas doradas del Hofburg (palacio imperial), que domina el centro histórico. Al sur del casco antiguo hay el salto de esquí de Bergisel, un lugar emblemático con restaurante y terraza con vistas espectaculares. Los saltos de esquí nacieron precisamente en estas montañas, y podrás tomar el teleférico Nordkette para ir de excursión o pasear en bicicleta por el terreno. ¿Quieres vivir una experiencia peculiar? Prueba el esquí de verano en el glaciar Stubai (a 50 minutos en coche).

El Aeropuerto de Innsbruck queda a 20 minutos en autobús del centro. La estación de tren principal es Innsbruck Hauptbahnhof, a la que llegan trenes de Salzburgo (unas 2 horas), Múnich (unas 2,5 horas) y otras ciudades importantes. Desplázate por la localidad en tranvía o bus (los billetes de un día son los más económicos). Y si quieres ir a la montaña, el teleférico Nordkette sale de la estación Congress.