Hostales en Vilnius
6 Hostales y otros alojamientos en Vilnius, LituaniaAcerca de Vilnius
El casco antiguo barroco de Vilna, al que las guías de viajes suelen referirse como "un tesoro escondido", fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco por sus majestuosas iglesias, el palacio presidencial y la torre de su castillo, situado en una colina. Si a eso le sumas la República Independiente de Užupis (un barrio lleno de exposiciones artísticas, cafeterías bohemias y arte urbano), no pararás ni un segundo durante tu estancia en la capital lituana.
Para seguir en el terreno artístico, alójate en un hostel de Vilna que funciona también como galería, o en un antiguo hotel para cantantes de ópera y artistas. Si lo tuyo es la música reggae, hay uno de temática jamaicana con un pub y patio privado. En otro encontrarás una sauna, y algunos hostels en Vilna te invitarán a un gofre por las mañanas. Después de pasar el día visitando los lugares más interesantes, relájate en una sala común o en una terraza al aire libre cuyas vistas son dignas de Instagram.
El casco antiguo, uno de los que concentra más arquitectura barroca de toda Europa, es un laberinto de calles adoquinadas y edificios históricos. También puede presumir de sus restaurantes (¡a precios razonables!) y de sus originales cervecerías subterráneas. Cruzando el río está Užupis, un barrio de ambiente más relajado, pero cerca del meollo. La avenida Gediminas es el centro cultural, con todo el camino desde la catedral hasta el Palacio del Seimas flanqueado por museos, galerías y teatros.
Para admirar las mejores vistas de Vilna, sube hasta el monumento de las Tres Cruces en el parque Kalnai o al campanario de la iglesia de San Juan. Después y atraviesa las sinuosas calles del casco antiguo hasta llegar a la autoproclamada República Independiente de Užupis. Su Constitución no tiene desperdicio: dedica palabras a perros, gatos y al derecho a ser feliz. Para entender mejor la vida bajo el gobierno de los nazis y los soviéticos, visita la antigua sede del KGB, ahora convertida en el Museo de la Ocupación y la Lucha por la Libertad. Y no te pierdas los mapas de arte urbano, que te chivarán dónde están las obras más atrevidas.
El trolebús es la manera más sencilla y económica de moverse por la ciudad, aunque tiene un tamaño perfecto para explorarla andando. El Aeropuerto Internacional de Vilna está a pocos kilómetros del centro, y se puede llegar en tren o bus. A un breve paseo del centro está la estación de tren, desde donde podrás salir hacia países vecinos como Bielorrusia, Polonia y Letonia. Justo al lado, en la estación municipal de autobuses, podrás comprar un billete a otra ciudad lituana o a lugares lejanos, como Marruecos o Grecia. ¡En marcha!