Disfruta del exotismo de Marrakech, situada a la sombra de la cordillera del Atlas. Esta legendaria ciudad del oeste de Marruecos cuenta con un sinfín de mezquitas, palacios, jardines y zocos, y en sus calles podrás admirar increíbles muestras de arquitectura y decoración con azulejos.
Encuentra todo tipo de asombrosos hostels en Marrakech en los que vivir una experiencia inolvidable. Si eres de los que prefiere tener todo a mano cuando viaja, opta por un hostel en Marrakech ubicado en el centro, cerca de jardines y otras atracciones principales. ¿Y uno con extras en sus instalaciones?
Quédate cerca de la medina para conocer el alma de la ciudad. Este barrio, Patrimonio Mundial por la Unesco, alberga el mercado antiguo más grande del norte de África. Sus laberínticas calles contienen todo lo que esperarías encontrar en Marrakech ¡y mucho más!. Muy cerca, la zona de Hivernage es ideal para escapar del bullicio y seguir disfrutando del animado ambiente. Allí encontrarás el Teatro Real, numerosas discotecas, coctelerías y restaurantes de lujo.
Piérdete en los zocos de Marrakech para disfrutar de una auténtica experiencia sensorial. El Souk Semmarine es el más grande y ofrece de todo, desde productos de panadería hasta lámparas bellamente decoradas. Tampoco te pierdas el Souk Place des Épices, donde encontrarás montones de especias que aportarán una nota de color y sabor a tus platos. Cuando te hayas cansado de regatear, relájate un poco en el Jardin Majorelle, un jardín de bello diseño que te enamorará a primera vista. Al caer la tarde, dirígete a la histórica Djemaa el-Fna, antiguo escenario de las ejecuciones públicas y en la actualidad una plaza repleta de puestos de comida callejera, encantadores de serpientes, acróbatas, astrólogos y músicos folclóricos.
La mejor forma de moverse por Marrakech es en taxi. Los grand taxis tienen capacidad para seis pasajeros y su tarifa es fija para itinerarios específicos. Los petit taxis son un poco más caros, pero te llevarán allá adonde quieras. Si prefieres algo más original, las calesas tiradas por caballos son una forma divertida de explorar la ciudad, con precio fijo para rutas específicas, aunque también podrás regatear (¡cómo no!) para ir a cualquier destino. También hay autobuses urbanos que resultan muy económicos, ¡pero pueden ir llenos hasta los topes! Si prefieres tener libertad total, lo mejor es alquilar una bici o una moto.
