Tánger siempre ha sido un crisol de culturas. Entre los años veinte y cincuenta, su estatus oficial de zona internacional contribuyó a que la frecuentaran escritores de la generación beat y otros artistas socialmente marginados. Hoy en día, gracias a las iniciativas en pro del desarrollo del rey Mohamed VI, atrae a gente de todo tipo y es muy popular entre los viajeros que buscan el Marruecos más moderno. ¿Quieres saber qué se cuece? ¡Pásate por el nuevo puerto deportivo y la zona de la playa!
En Marruecos, la hospitalidad es un tema muy serio, así que es habitual encontrar un hostel en Tánger donde el desayuno sea gratuito, ¡y en uno de ellos hasta te invitarán a cenar cuscús una vez a la semana! Por las noches, aprovecha las actividades de arte y música que organizan, o relájate en la terraza de la azotea mientras tomas un té de menta. Si buscas una inmersión total en la cultura local, busca hostels en Tánger que estén dentro de las murallas de la antigua Kasbah y, en caso de que quieras un poco de intimidad, escoge la tranquilidad de un riad tradicional.
Lo primero que verás al llegar es la Ville Nouvelle (la ciudad nueva), una zona animada de moda entre los jóvenes. Si vas en dirección a la playa, llegarás al bulevar del malecón, un paseo ancho y flanqueado por palmeras perfecto para pasear por las noches. El Tánger más tradicional sigue vivo en la medina, donde pasarás horas recorriendo su laberinto de calles sinuosas. Cuando quieras marcharte, busca las puertas de acceso (o bab) yendo siempre cuesta arriba.
Podrías pasarte todo el viaje explorando los puestos de especias de la medina, pequeños cafés escondidos y rincones misteriosos. Aun así, visita también la Kasbah, una antigua fortaleza que alberga un museo y ofrece unas vistas increíbles al estrecho de Gibraltar. Para ver un buen ejemplo del pasado histórico de la ciudad, haz una parada en la iglesia católica de San Andrés, orientada hacia La Meca y decorada con citas del Corán. El Tánger más auténtico lo encontrarás en el Cinéma Rif: un cine de estilo art déco donde se pueden ver los últimos estrenos en francés y árabe.
Desde el Aeropuerto Internacional de Tánger-Ibn Battouta, lo mejor es tomar un taxi, aunque hay una parada de bus a 2 km. Si llegas en ferri, comprueba si atraca en el puerto o en la nueva terminal Tánger Med, situada a 48 km de la ciudad y conectada a ella por un autobús que cubre el trayecto en 45 minutos. Una vez allí, podrás ir a pie a casi todas partes (sobre todo por la medina, que es peatonal).