En la costa norte de Perú está Trujillo, también conocida como “la ciudad de la eterna primavera” por la cálida temperatura de la que goza durante prácticamente todo el año. Además de un buen clima y playas excelentes para hacer surf, tiene un importante patrimonio histórico y acoge un montón de eventos culturales. Pasea entre sus calles y plazas para descubrir su arquitectura, haz una excursión a los yacimientos arqueológicos cercanos o saborea un delicioso plato de marisco mientras contemplas el atardecer sobre el mar.
En Trujillo, los hostels, o la mayoría de ellos, están en el centro de la ciudad, al lado de los principales monumentos. Alójate en uno construido en los años setenta con bar, sala común y cocina, o elige otro con gimnasio, patio interior ¡y hasta un ordenador! Si has venido pensando en hacer surf, elige un hostel en Trujillo ubicado en la playa de Huanchaco, la mejor para practicar este deporte. Podrás apuntarte a clases, alquilar el equipo y pedir consejo sobre las olas. Después de una buena sesión, instálate en la terraza de la azotea de tu hostel en Trujillo y tómate una cervecita mirando el mar.
La zona más interesante de Trujillo es su casco histórico, donde se concentran los monumentos y museos más importantes. A unos cinco kilómetros está la Ciudadela de Chan Chan, la ciudad de adobe más grande de la América prehispánica, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Un poquito más lejos, a ocho kilómetros, tienes yacimientos arqueológicos de las antiguas civilizaciones que ocuparon el territorio hace cientos de años. La playa más visitada de la zona es la de Huanchaco, que está a catorce kilómetros.
El epicentro del centro histórico es la Plaza de Armas, el lugar donde se fundó la ciudad. En ella se encuentra el Monumento de la Libertad y la catedral de Santa María, un edificio del siglo XVII muy llamativo gracias a su color mostaza. En esta zona también se concentran las tiendas y los restaurantes, así que puedes aprovechar para probar algunos platos típicos como el ceviche o los frijoles a la trujillana. ¿Quieres volver a la infancia? Acércate al Museo del Juguete, el primero de este tipo en toda Latinoamérica.
El Aeropuerto Internacional Carlos Martínez de Pinillos está a poco más de diez kilómetros. Si vienes desde allí, toma un taxi y en quince minutos llegarás a la ciudad. También puedes viajar en bus desde otras localidades peruanas, que te dejarán en la terminal municipal que hay al sur de Trujillo o en las de las empresas privadas. En cuanto estés instalado y salgas a explorar, comprobarás que la manera más sencilla de moverse es andando o con taxi, aunque también hay microbuses.