Machu Picchu significa "montaña antigua" en quechua, el idioma de los incas. Hoy es uno de los destinos más fascinantes del planeta y una de las Maravillas del Mundo Moderno de la Unesco. Volverás al pasado en esta ciudadela abandonada del siglo XV, que se redescubrió en 1911. Te maravillarás con sus ruinas bien conservadas, mezcla de santuario y palacio, que hoy se siguen excavando y reconstruyendo. Tiene un millón y medio de visitantes al año, pero solo hay un cierto número de permisos diarios, así que acuérdate de tramitar el tuyo con suficiente antelación para poder subir.
Los hostels en Machu Picchu te ayudan a prepararte para la subida: muchos cuentan con excelentes comodidades, como colchones ortopédicos, edredones de plumas y sábanas de primera. Tómate un desayuno gratuito y tendrás el ánimo perfecto para el ascenso. Es muy habitual encontrar un hostel en Machu Picchu donde poder acceder al wifi de manera gratuita y donde tener una consigna de equipaje propia. Además, podrán organizarte un desplazamiento sin coste desde la estación de tren. Elige entre habitaciones compartidas o privadas con baño propio, televisión y agua caliente las 24 horas. ¡Verás cómo los agradeces al final del día!
El pueblo de Machu Picchu también se conoce como Aguas Calientes. A la vuelta, podrás probar los baños termales que le dan nombre: ¡te sentarán de maravilla! De camino a tu destino, haz una parada en la fortaleza Ollantaytambo, otra muestra de la civilización inca en Perú. Está situada en el Valle Sagrado y tiene una construcción escalonada muy bien conservada.
La antigua ciudad de Machu Picchu tiene dos partes: la zona urbana y la de los cultivos. Explora el Templo del Sol, al lado de la plaza principal, donde se celebraban ceremonias rituales. A continuación, descubrirás la Plaza Sagrada, cubierta de hierba y con vistas impresionantes. Podrás hacer fotos de las llamas pastando tranquilamente en su hábitat natural. Si te quedan fuerzas después de recorrer el Camino Inca y las edificaciones, sube los 360 metros del Huayna Picchu: el paisaje desde esa altura es todavía más impactante.
El Camino Inca tradicional comienza en Piscacucho, en el kilómetro 82. Te llevará 4 días y cruzarás la Puerta del Sol de Machu Picchu al amanecer de la última jornada. Eso sí, tienes que tramitar el permiso para este recorrido con unos 6 meses de antelación. Elige el Camino Salkantay si prefieres una alternativa más flexible: dura 5 días y no necesitas guía ni agencia de viajes. ¿Prefieres descansar? Toma el tren desde Cuzco y sube a la montaña en bus. ¡Estarás en plena forma para explorar las ruinas!