Pensión en el mundo
8 Pensiones y otros alojamientos en Rabat, MarruecosAcerca de Rabat
A pesar de ser la capital de Marruecos, Rabat suele ser menos conocida que Marrakech o Fez, y ¡eso es lo bonito de esta ciudad! Bañada por el océano Atlántico y en plena desembocadura del río Bu Regreg, la urbe dispone de un entorno espectacular que llama la atención, con una arquitectura islámica que combina con edificios de estilo colonial francés. ¿Practicas surf? Pues Rabat es un destino cada vez más popular entre los amantes de este deporte. También cuenta con muchos barrios emergentes, además de cuidados jardines donde pasear tranquilamente.
Sumérgete de lleno en la historia de Rabat alojándote en un riad tradicional (una casa típica) con pórticos con intrincados grabados, además de un patio interior donde descansar. Si buscas algo diferente, también encontrarás un hostel en Rabat con terraza en la azotea cerca de la playa. El sueño de cualquier surfero, vamos. ¿Y por qué no te hospedas en una casa palaciega decorada con llamativos mosaicos en el zoco de los joyeros? En Rabat hay hostels que ofrecen desayuno gratuito ¡y hasta tienen jacuzzi en la misma habitación!
Como suele ser el caso en la mayoría de ciudades marroquíes, la medina concentra todo el bullicio. El casco antiguo amurallado (la kasbah) de Rabat es relativamente pequeño y tranquilo. Piérdete por las coloridas callejuelas en busca de tiendas de artesanos de cuero o de alfombras bereberes. En las avenidas bordeadas de palmeras de Agdal, el moderno centro urbano, encontrarás todo tipo de restaurantes y bares donde hacer una parada, desde establecimientos exclusivos hasta pubs irlandeses. Cruza el río hasta el municipio de Salé para descubrir el zoco y la lonja de esta pequeña población que parece haberse detenido en el tiempo.
En Rabat, visita la kasbah real de los Udayas, una fortaleza bereber rodeada de impolutos jardines donde oirás el batir de las olas de fondo. También vale la pena acercarse a la torre Hasán, un minarete de arenisca roja que pretendía presidir una mezquita que nunca se llegó a acabar. El mausoleo de Mohamed V es una opulenta obra arquitectónica de estilo alauita con techo piramidal de azulejos verdes. Y en Agdal, podrás disfrutar del sol mientras paseas por las 17 hectáreas del Jardin d'Essais Botanique.
El Aeropuerto de Rabat-Salé está a 5 km del núcleo urbano, y hay un autobús lanzadera que hace este recorrido. En la ciudad, los pequeños taxis de color azul son una manera práctica y barata de desplazarse, ya que en general los conductores usan taxímetros (¡relájate y olvídate de regatear!). Para ir a Salé, ve hasta Bab Chellah, una de las antiguas puertas de entrada a la medina, y sube en un taxi compartido si la idea del barco no te termina de convencer.