Hossegor, Francia, es una ciudad en la costa landesa, en el Atlántico, a la que se conoce como la «capital del surf». No es extraño, ya que tanto este deporte como otras actividades náuticas son los mayores atractivos para turistas y locales, y además su gastronomía hará que desees alargar tus vacaciones mucho más. Si el motivo de tu visita a esta localidad, también conocida como Soorts-Hossegor, son las olas, puedes elegir un hostel en Hossegor para amantes del surf con wifi y desayunos gratis. Si quieres algo de intimidad, pero al mismo tiempo conocer gente nueva, escoge un hostal barato en Hossegor con habitaciones privadas y zonas comunes. Si te gusta el agua, pero te va más quedarte en tierra firme y disfrutar de las vistas, opta por un alojamiento en Hossegor y alrededores junto a la playa, para que plantar tu sombrilla a primera hora te sea más fácil. En Hossegor encontrarás todo tipo de lugares para visitar y actividades que hacer: desde ver la Maison de l’Oralité et du Patrimoine, en el Quartier des Ecureuils, pasear por la isla de los piratas o por la Place des Landais, o hasta hacer un pícnic junto al lago Salado con las nuevas amistades que hagas en el hostel. Para disfrutar de todo lo que ofrece Hossegor, tampoco te puedes perder su vida nocturna, y no te será difícil encontrarla porque algunos hostels organizan eventos y fiestas para sus huéspedes. Si te gusta caminar, entonces no te querrás perder los paseos por Orx Marsh (de unas 2 horas) ni las rutas en bicicleta, como la que se organiza desde Combo-les-Bains, a unos 33 km de Hossegor, hacia Istoritz. Si lo prefieres, puedes alquilar un coche para ver otras zonas de esta parte del País Vasco francés o, incluso, cruzar la frontera hacia la parte española. Para recorrer Hossegor, lo mejor es hacerlo sobre dos ruedas o caminando, pues el clima es bastante agradable y puedes ir a tu ritmo. La manera más cómoda y rápida de llegar a Hossegor es volar a Burdeos, Pamplona o San Sebastián y, luego, tomar el tren o el autobús, aunque también puedes ir directamente en tren o en autobús desde ciudades como Madrid o París, así como en coche. ¡No te arrepentirás!