¿Te apasiona el surf? En Canggu podrás practicarlo durante horas, para después tomarte un brunch en una cafetería y relajar los músculos en las salas de masajes de la zona. Por si te remuerde la conciencia, el pueblo también dispone de varios espacios de coworking, o bien elige una mesa en un local frente al mar y dale a la tecla mientras contemplas las olas y las arenas negras volcánicas de la playa. Enseguida te integrarás en la vida tradicional de Bali: arrozales escalonados, lugareños despreocupados y un espíritu joven y dinámico.
En Canggu, los hostels le sacan el máximo partido a su entorno natural, caracterizado por el buen tiempo y su estilo de vida al aire libre. Escoge entre un alojamiento con temática selvática, uno orientado al yoga con su propio estudio shala u otro con piscina mediterránea, playa de arena artificial y hamacas. Muchos hostels en Canggu cuentan con piscinas al aire libre equipadas con tumbonas, además de bicicletas, scooters y tablas de surf para alquilar. Además, no es extraño encontrar un hostel en Canggu con bar propio que sirva zumos frescos, cócteles y la popular cerveza Bintang durante todo el día.
Canggu se compone de tres áreas principales, cada una con su propia playa. Vete a Batu Bolong, la zona más animada, y encontrarás cafeterías, tiendas y bares, incluido el emblemático Old Man's Bar. Si recorres la costa hacia Seminyak, llegarás a Berawa, donde está el Finns Beach Club. ¿Prefieres un ambiente más tranquilo? Hacia el norte, de camino a Tanah Lot, se sitúa Echo Beach. Allí, descubrirás un montón de espacios de coworking, heladerías y spas.
Las actividades más importantes giran en torno al surf, el mar y el bienestar. Apúntate a un campamento surfero si no has practicado este deporte antes. O, si ya lo dominas, lánzate directamente a conquistar las olas. ¿Eres yogui? Podrás organizar clases individuales, apuntarte a completos tratamientos detox u optar por sesiones de coaching. En solo 20 minutos en scooter llegarás a Tanah Lot, el templo hindú situado en un islote rocoso. La cercana ciudad playera de Seminyak, al sur, es también parada imprescindible en tu viaje.
Para recorrer Canggu puedes pasear tranquilamente, o bien alquilar un scooter o una bicicleta para explorar las playas y arrozales cercanos. Como la red de transporte público es limitada, es preferible que desde el aeropuerto tomes un taxi o elijas un servicio privado de traslado (llegarás al pueblo en unos 45 minutos). Los servicios privados son también una buena opción para conocer otros destinos de la isla, como Ubud, Seminyak y Kuta.