A orillas del mar Adriático, la ciudad de Rijeka no es solo la puerta a las islas croatas, sino que también te propone un impresionante casco histórico medieval con tesoros culturales y artísticos. Pasea junto al río Rječina y asómbrate con las antiguas villas austrohúngaras convertidas en galerías o con la escalera del siglo XVI a los pies de la iglesia de Nuestra Señora de Trsat. La combinación de belleza natural y arquitectónica se manifiesta tanto en los frescos de Ernst y Gustav Klimt en el Teatro Nacional de Croacia, del siglo XIX, como en sus playas de guijarros.

¿Prefieres un apartamento moderno o una casa reformada con toques originales? Los hostels en Rijeka incluyen desde mansiones del siglo XIX con vistas al mar y desayuno gratuito hasta evocadores barcos atracados. Opta por alojamientos completamente nuevos a pocos pasos de la costa con habitaciones que dan al mar. Para una mayor comodidad, busca un hostel en Rijeka que incluya conexión wifi, aire acondicionado y espacios comunes.

Si te apasiona la historia del arte, en los barrios de Rijeka podrás apreciar las diferentes épocas artísticas que ha vivido la ciudad. Destaca especialmente la torre municipal medieval que da paso al casco histórico. ¿Algo un pelín más moderno? El gran bulevar peatonal en el distrito de Korzo alberga edificios de la época de los Hasburgo, así como tiendas, restaurantes y bares. Explora las calas y las playas de la costa, como la playa de Preluk (ideal para hacer windsurf), o elige el barrio costero de Pećine, famoso por sus mansiones y bahías.

En esta ciudad, no te quedarás sin cosas que ver. Sube la colina del castillo de Trsat, del siglo XIII, para contemplar las vistas del golfo del Carnaro, visitar su mausoleo y mazmorras o asistir a alguno de los conciertos al aire libre en verano. ¿Más propuestas culturales? Acércate al Museo de la Infancia Peek & Poke, con una colección de juguetes de principios del siglo XX, o al Museo Marítimo e Histórico del Litoral Croata de Rijeka, ubicado en un antiguo palacio del siglo XIX. Si te ha entrado hambre, prueba el pescado fresco, la pasta recién hecha o los embutidos del mercado de estilo art nouveau de la urbe.

A 30 minutos en taxi o 40 en bus, el Aeropuerto Internacional de Rijeka es el más cercano al centro. Para desplazarte tanto por la metrópoli como por su costa, la red de buses públicos es muy cómoda, aunque también puedes alquilar una bici o ir en taxi. Si quieres explorar otras zonas del país, visita Pula (a 1,5 horas en bus) o conduce 2,5 horas hasta el Parque Nacional de los Lagos de Plitvice.