a&o Wien Hauptbahnhof

Puede que Viena sea famosa por su ópera y su arquitectura, ¡pero la capital austriaca es mucho más! Hablamos de locales de ambientazo hípster, enclaves artísticos y todo lo que se te pueda ocurrir entre medias. Con tantas cosas que ver y hacer, da igual cuánto tiempo te quedes porque siempre te faltarán días para poder seguir explorando su vibrante arte callejero, sus cafés independientes y sus fabulosos restaurantes.

Los hostels en Viena cuentan con habitaciones compartidas o privadas de diseño tanto tradicional como moderno, por lo que hay alojamientos para todo tipo de viajeros. La mayoría tiene wifi gratuito, y muchos ofrecen servicios adicionales, como lavandería o desayunos buffet. Para conocer a otros trotamundos, opta por un hostel en Viena que tenga bar propio, zonas comunes bien equipadas, jardines y mucho más. Si necesitas recomendaciones acerca de qué ver, no dudes en aprovecharte del conocimiento local del experto personal de tu hostel en Viena: ¡estarán encantados de ayudarte! 

Si buscas una zona creativa en la que alojarte, Leopoldstadt, el antiguo barrio judío, es para ti. En los últimos años, esta área ha sido renovada y acoge ahora numerosas cafeterías y estudios de arte. En el casco antiguo, Patrimonio de la Humanidad de la Unesco, podrás disfrutar de los lugares más famosos de la ciudad, además de la arquitectura encalada clásica de Viena. Por otra parte, en Margareten se respira un rollo muy bohemio gracias a su rompedor arte callejero y sus mercados de comida local.

Algunas de las mejores atracciones de Viena son el Palacio de Schönbrunn, una antigua residencia imperial estival, el Museo de Historia del Arte (Kunsthistorisches), que incluye desde artefactos del antiguo Egipto hasta piezas modernas, y la famosísima Ópera Estatal, una de las más importantes del mundo. Otra visita imprescindible es el Naschmarkt, el mercado al aire libre más grande de la urbe, con una mezcla de comida deliciosa y fascinantes productos de artesanía. Está rodeado de pequeños restaurantes que proponen algunos de los mejores (y más baratos) platos de la ciudad, como sushi, kebabs y platos vieneses tradicionales. Si el tiempo acompaña, en verano también podrás nadar y tomar el sol en el río Danubio.

El sistema de transporte público de Viena es uno de los más eficientes del planeta, con servicios frecuentes y mapas gratis en cada estación que te lo pondrán muy fácil. El billete sencillo cuesta 2,40 € y es válido en todos los trenes, tranvías y autobuses. El Aeropuerto Internacional de Viena está a 18 km del centro urbano y cuenta con su propia estación de ferrocarril, a la que llega el tren S7. Viajar al centro cuesta 3,90 €, y se tardan 25 minutos.