Vancouver, en la Columbia Británica, está situada en la costa oeste canadiense. Metro Vancouver cuenta con más de 2 millones de habitantes y una preciosa ubicación entre el mar de Salish y las montañas de la cadena costera del Pacífico. Su clima oceánico no solo es idóneo para que prosperen los exuberantes bosques de abetos Douglas, sino que es perfecto para pasar tiempo al aire libre, sobre todo a finales de primavera, en verano y a principios de otoño (¡cuando llueve menos!). La combinación de una gran población, un entorno natural increíble y unas temperaturas suaves convierten a esta ciudad en el destino ideal tanto para los urbanitas como para los amantes de la naturaleza.
Los hostels en Vancouver son limpios, ecológicos y económicos. La mayoría cuenta con wifi gratuito, y algunos incluyen un abundante desayuno caliente. Si buscas fiesta, elige un hostel en Vancouver con un animado bar y happy hours fantásticas, o uno en las afueras del centro, con acogedoras habitaciones privadas, si prefieres relajarte. Algunos hostels en Vancouver disponen de zonas comunes con futbolín y videojuegos, y en uno hasta encontrarás un gato residente al que acariciar si tienes morriña.
¡La ubicación lo es todo! Elegir tu hostel ideal depende principalmente de lo que tengas previsto hacer en Van (como se conoce a la ciudad). La mayoría se encuentran en las zonas de Downtown o West End. Ambas son perfectas para ir de compras, salir a comer, sumergirte en la cultura local o ir de marcha hasta las tantas. Si te quedas en el norte de Vancouver podrás acceder a las montañas con mayor facilidad, aunque siempre puedes reservar un alojamiento cerca de Jericho Beach, si quieres dedicarte de lleno al ocio.
En Vancouver hay mucho que hacer. Encontrarás cafeterías, bistrós, restaurantes y bares de gran calidad para todo tipo de gustos y necesidades, así como muchísimas cervecerías (grandes, artesanas y micro) en las que degustar birra hasta reventar. Dispone de playas y parques preciosos, como el conocido Stanley Park, y también alberga algún vestigio de los Juegos Olímpicos de Invierno de 2010, como la Caldera Olímpica, que merece la pena visitar. Vayas cuando vayas, seguro que se celebra algún evento, así que consulta la programación para no perderte nada. Y si la lluvia decide hacer acto de presencia durante tu estancia, no te preocupes: existen muchos museos y galerías de arte a tu alcance (¡el Science World está genial!).
La red de transporte de Metro Vancouver está a cargo de TransLink. Para llegar al centro desde el Aeropuerto Internacional de Vancouver puedes utilizar la línea de metro Canada. Con el SkyTrain, los autobuses, el SeaBus y el West Coast Express podrás desplazarte muy fácilmente. Además, hay sitios para alquilar bicicletas en toda la urbe (¡ideal para pedalear bajo el sol por el paseo marítimo!). Si tus piernas te lo permiten, Vancouver es de las mejores ciudades de Canadá para recorrer a pie.